Del 14 al 27 de septiembre
“El éxito es la suma de pequeños esfuerzos, repetidos
un día sí y otro también” de Robert Collier.
En la vida todo requiere esfuerzo. Un día te fijas un
objetivo y sin apenas darte cuenta te encuentras metido en el lio. Todo el
esfuerzo que realizas en pos de esa meta, lo das por bien empleado, y aceptas
los entrenamientos, tanto en los que te sientes como un campeón como en los que
sufres como un perro, con una sonrisa. La rutina de esos entrenos es la que te ayudará
a ir ganando en confianza.
Entre la finalización del primer mes y el comienzo del
segundo he seguido con las ya habituales cuatro salidas semanales. Rutina,
rutina y rutina.
En la que cierra el primer mes, la cuarta, he completado
62´850 kilómetros, repartidos:
El martes el
habitual rodaje, en esta ocasión de 65 minutos, para completar 11.770 metros.
El miércoles,
día 16, toca cambiar el orden de los entrenamientos, algo habitual cuando tengo
carrera el domingo, adelantando la tirada larga. Cien minutos para correr 17.860
metros.
El viernes toca
otra vez cambios de ritmo que, entre unas cosas y otras, dio para 12.220 metros.
Termino la semana en la montaña, corriendo el domingo en Cistierna la II Peñacorada
Trail. Veintiún kilómetros repartidos entre mucho subir y bajar y entre mucho
tiempo.
El segundo mes lo inicio con mi cuerpo pidiendo
descanso, pero sus deseos no fueron cumplidos, y ni siquiera escuchados, había
que empezar a correr unos pocos de esos 55´230 kilómetros con
los que acabé esta quinta semana.
El martes,
día 22, un tranquilo rodaje de 11.480 metros, en compañía de mis amigos del “Nunca
correrás solo”, quienes tiraban de mí e hizo todo más llevadero.
El miércoles
sin tiempo para pensar en otra cosa, otra tirada larga, otra carrera el
domingo. Ciento diez minutos para recorrer 19.170 metros.
El viernes,
día 25, vamos a desentumecer las piernas con unas pocas series de 1000.
Tranquilidad y esfuerzo entre la hora y media de entrenamiento.
Y llego el domingo,
día marcado en el calendario con la VI Carrera por Relevos Camino Santiago. Día
de complicidad y esfuerzos compartidos con los amigos de mi Equipo, por el
bonito entorno de Las Médulas. Me toco correr el primer relevo, de trece
kilómetros y medio, que al final se quedó en 12.620 metros.
Paso a paso voy acercándome al objetivo. Sin presión y con la tranquilidad del trabajo bien hecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario