De cuando en cuando me acerco
a la ventana, una de mis últimas distracciones, y miro el parque vacio y
cerrado; solo ocupado por unas cuantas palomas que corretean por el suelo sin
ser molestadas, y que quizás, pienso, estén extrañadas de tanta soledad. Miro como
el viento balancea las hojas. Miro al cielo y suspendo mi vista en esas nubes,
en busca de otros momentos, de recuerdos.
De cuando en cuando cojo
el libro; ese libro que dejé sobre la mesa hace, hace nada. Lo abro, y retomo
la lectura, con la sola intención de que su historia me aleje de estas cuatro
paredes, de que me haga vivir otros sueños u otras vidas.
De cuando en cuando dejo
de pensar. Solo me siento y dejo mi mente vacía. De cuando en cuando no
hago nada.
De cuando en cuando está bien quedarse en casa, y quizás ahora es uno de esos momentos. Yo me quedo en casa, y quizás, tú también deberías quedarte. Quédate en casa.
De cuando en cuando está bien quedarse en casa, y quizás ahora es uno de esos momentos. Yo me quedo en casa, y quizás, tú también deberías quedarte. Quédate en casa.
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