Terminada la que debería haber sido la sexta
semana de entrenamiento, y que en realidad es la cuarta. “Es lo que hay” como
diría una buena amiga.
El ritual no ha cambiado, es el de siempre, el de los
cuatro entrenamientos. Solo que ahora, ando tratando de adaptar el
entrenamiento de calle al entrenamiento entre paredes, usando mí lógica, y
realmente no sé cuál será el resultado.
Sigo trabajando con constancia persiguiendo dejar
atrás los problemas, intentando ganar en seguridad, ganar en confianza. Por eso
he decido, o mejor dicho decidí, mientras corría en el gimnasio, sin avanzar ni
un metro, con la mirada perdida, fija en cristal que refleja mi difusa silueta,
concentrado en mi interior, tratando de buscar los recuerdos bonitos, que me
ayuden en esta monotonía, que “si quieres, puedes”. Y quiero, me repito en la
monotonía; entonces puedo, me vuelvo a repetir. Se acabaron los pensamientos
negativos. Lo que tenga que ser será. “Es lo que hay”.
"El pesimismo conduce a la debilidad; el optimismo al poder" de William James.
"El pesimismo conduce a la debilidad; el optimismo al poder" de William James.
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